OBAMA Y EL "ALBA".

OBAMA SIGUE APOYANDO A SUS ENE-AMIGOS DEL ALBA La disposición tomada por el Departamento de Estado de EE.UU. de no otorgar visas a los hondureños, constituye un embargo comercial sin aprobación del Congreso Norteamericano. Debido a esto, los comerciantes hondureños, sobre todo de la pequeña y mediana empresa, no podrán ahora venir a este país para adquirir productos ni materias primas necesarias para mantener funcionando sus empresas. Llama poderosamente la atención el enorme contraste en la actitud de la presente Administración norteamericana, en el trato hacia la tiranía de 50 años del castrismo, a la que le está ofreciendo todas las facilidades habidas y por haber para llegar a un arreglo con ella, enviando inclusive a uno de los más reconocidos negociadores que han utilizado anteriormente los gobiernos demócratas, como Bill Richardson, y buscando por todos los medios contentar al supuesto enemigo, facilitando toda clase de intercambios, académicos, culturales, artísticos y comerciales, para dar una falsa imagen al mundo, de que en Cuba, no pasa nada, mientras al Gobierno Constitucional de Honduras, presidido por Roberto Micheletti, se le presiona cada vez más. En resumen: Mano abierta y extendida a la tiranía castrista, puño cerrado y amenazante contra el actual gobierno de Honduras y su pueblo. La posición adoptada en el conflicto hondureño por Obama y su Secretaria de Estado es francamente ingerencista. Ese tipo de presiones hacia un gobierno de la región hace mucho tiempo que no se veían. Esto nos retrotrae a la época de los años 30 del siglo pasado, cuando los embajadores norteamericanos eran pro cónsules en los países de nuestra América en que estaban acreditados y la Cancillería del Potomac, quitaba y ponía gobiernos a su antojo. Si ese es el cambio que nos ofreció Obama, muy mal vamos a estar, sobre todo si el ingerencismo de ahora es de carácter marxistoide y totalitario, abriéndole brecha a los socialistas del Siglo XXI--al que ya muchos analistas serios afirman, es afín el actual presidente de USA--para que establezcan sus gobiernos populistas-totalitarios, con reelecciones indefinidas, estilo Castro y Chávez. Tomado de NUEVO ACCION.