MOVIMIENTO 30 de NOVIEMBRE FRANK PAIS

Nuestros Mártires








Nombre del Mártir: Pastor Valdés Molina


Procedencia: Trabajador Empresa Telefónica


Natural: La Habana


Causa de la muerte: Fusilamiento – 1967






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Movimiento Revolucionario 30 de Noviembre “Frank País”


- Historia y Trayectoria -


La clase obrera cubana y la revolución comunista – (continuación)…


La CTC-R, había convocado a una Asamblea General y Extraordinaria, para el 9 de Diciembre/1960 a fin de depurar responsabilidades. Ese mismo día, el periódico Revolución, publico un manifiesto suscrito por 600 trabajadores eléctricos condenando el sabotaje, acusando del mismo a la dirigencia de Fraginals y demandando la imposición de severas sanciones por los tribunales revolucionarios. Casi simultáneamente, la policía emitió un comunicado con los nombres de los trabajadores eléctricos pertenecientes al movimiento clandestino, a los que se hacia responsables del sabotaje. Si bien el comunicado no mencionaba a Fraginals ni a Iglesias por sus nombres, si se aludía a los trabajadores miembros de ese grupo (MR-30-11). En esas condiciones y conociendo la experiencia de otras reuniones en circunstancias similares, Fraginals y sus compañeros decidieron no asistir a la Asamblea y convocar en cambio a sus seguidores, para una manifestación de protesta contra el propósito de los comunistas, de apoderarse de la Federación.
Mas de mil trabajadores desfilaron así por las calles de La Habana, el 9 de Diciembre de 1960, gritando consignas contra el comunismo y dando vivas a sus lideres. Al llegar al Palacio Presidencial, los manifestantes pidieron ver al Presidente Dorticós, quien aceptó recibir una comisión integrada por Fraginals, Fidel Iglesias, Rene L. Díaz y Ela Gómez. La entrevista fue infructuosa: Dorticos acuso a los eléctricos de poner en peligro a la Revolución; los dirigentes de la Federación replicaron que ellos no estaban combatiendo a la revolución cubana, sino a la revolución comunista y procedieron a enumerar sus demandas: cumplimiento del convenio colectivo en vigor y cese de los despidos, transferencias y contrataciones dispuestos por el interventor. No se logro ningún acuerdo y así concluiría una manifestación que dado su carácter excepcional en el contexto de lo que era ya un Estado Totalitario, mereció incluso ser reportada en la primera pagina del New York Times.
La demostración de los eléctricos, no puso en peligro al régimen, pero si tuvo un gran valor simbólico y toco las cuerdas mas sensibles de los lideres de la Revolución. A toda marcha se orquesto una serie de actividades dirigidas a contrarrestar sus efectos. Fraginals e Iglesias, fueron expulsados del M-26-7, y otros lideres eléctricos sometidos a la justicia ante los tribunales revolucionarios.
Se inicio así mismo un gran proceso de movilización a todo lo largo del Movimiento Obrero. Mítines relámpagos se organizaban por doquier, cientos de telegramas fueron enviados al ejecutivo de la CTC-R, denunciando la actitud de los disidentes eléctricos, exigiendo sanciones e incluso dando consejos sobre como eliminar a los contrarrevolucionarios. Tan alarmado estaba, al parecer, el gobierno que convoco a una magna reunión conjunta de la CTC-R, varias federaciones nacionales y los sindicatos de la provincia de La Habana, con el fin de juzgar la conducta de los saboteadores, los lideres de la disidencia y sus “cómplices”.
La reunión celebrada el 13 de Diciembre, aprobó un manifiesto dirigido a la nación, en que se condenaban los sucesos del 30 de Noviembre y 9 de Diciembre y se apelaba al patriotismo de los trabajadores eléctricos. El manifiesto fue firmado por 31 de las 33 Federaciones de Industria. A pesar del ambiente de enorme presión que caracterizo a la Asamblea, hubo otra organización contestataria que se sumo a la de Plantas Eléctricas o al menos se negó a firmar el documento; la Federación de Obreros del Ramo de la Alimentación. FORA fue inmediatamente denunciada ante la CTC-R, como una organización aliada de los contrarrevolucionarios. El manifiesto del día 13 incluía, por ultimo, un párrafo conminando a las demás organizaciones locales, provinciales y nacionales a que se definieran, so pena de ser consideradas contrarrevolucionarias.
Nota: El secretario general del FORA, era el valiente Aldo Cabrera, miembro del MR-30-11. (Continuara…)